martes, 14 de noviembre de 2017

¿QUIÉN ES EL SR. ORIOL JUNQUERAS?

Sólo he coincidido dos veces en mi vida con el Sr. Oriol Junqueras y tuve más que suficiente para saber quién era este hombre.
Nuestro encuentro tuvo lugar hacia el año 2001, si la memoria no me falla. El culpable de esta coincidencia se llama Enric Calpena y el lugar escogido fue Catalunya Ràdio, en el programa "EN GUÀRDIA!". El tema, que duraría dos programas, tenía por centro la figura de Jaime I el Conquistador. Por esa razón nos vimos en dos ocasiones. Oriol Junqueras acudía en calidad de historiador i yo estaba invitado como escritor de relato histórico y creador de la trilogía dedicada a Jaime I el Conquistador.
La anécdota que me proporcionó la verdadera dimensión de Oriol Junqueras tuvo lugar durante el primer programa, cuando Enric Calpena preguntó "¿por qué Jaime I atacó y conquistó Mallorca?".
Oriol Junqueras respondió que Jaime I lo hizo porque, según los textos históricos, había prometido que le arrancaría, al sarraceno y cabecilla de Mallorca, todos los pelos de la barba. Entonces yo le dije que, aunque no soy historiador, había encontrado una explicación alternativa y que quería exponérsela: 
El rey Jaime tenía que escoger entre atacar Mallorca o València. Con las dos a la vez no podía. Por un lado los nobles de Aragón querían convencerle de que atacase Valencia y se quejaban de que no tenían salida al mar, tenían que cruzar por tierras catalanas y se veían obligados a pagar unos peages que les tenían hartos. Pero, por otro lado, los catalanes razonaban diciendo que primero tenían que conquistar Mallorca, que era en donde se escondían los piratas del Mediterráneo y que, por más que los aragoneses obtuviesen salida al mar, sus barcos, igual que sucedía con los catalanes, serían atacados y expoliados. Y el rey Jaime consideró que le convenía mucho más escuchar a los catalanes. Si limpiaba el mar de piratas, dispondrían de más dinero para después atacar Valencia. De manera que lo más sensato era primero limpiar el mar y luego ir a por el reino de Valencia.
En este punto, Oriol Jonqueras me miró, asintió un par de vesces con la cabeza y me dio la razón. A partir de aquel instante, cada vez que hacía una afirmación me miraba y me pedía mi opinión.
Fue en ese momento que pensé: tengo delante de mí a un hombre inteligente, prudente y humilde. Aunque él es el historiador, acepta mis razonamientos y me respeta.  Y eso, aunque parezca la contrario, no es tan frecuente como nos imaginamos.
Siento profundamente que una persona com ésta, de semejante altura personal e intelectual, se encuentre en prisión y que el gobierno español haya perdido el sentido común, el rumbo, el norte y todo cuanto se puede perder. Oriol Junqueras no se lo merece. Como tampoco se lo merece ninguno de los demás que también están encarcelados, evidentemente. 
Pero, aún añadiré algo más: si yo no fuese andorrano y fuera español de Catalunya, el próximo día 21 de diciembre le votaría a él. Sin ningún gènero de duda. Ahora, más que nunca, se necesita prudencia e inteligencia.
¿Queda claro? Pues... abre los ojos y despierta.

lunes, 6 de noviembre de 2017

¡ME LLAMO LIBERTAD!

Libertad, ¿Dónde estás?
Te busco en cualquier parte: en todos los rostros que se cruzan en mi camino, en las esquinas, en los parques y en mi soledad.
¿Dónde estás?, me pregunto. ¿Y si te perdí?, me asusto.
Te veo correr delante de mí e intento atraparte, pero te escapas y parece que nunca te alcanzo.
De pronto creo que te atrapo, pero es en mis sueños. Ahí te veo real y me pregunto si cuando despierte te tendré.
Sólo cuando descubro que vivo sin estar despierto, que mi mente confundida por otros me sumerge en un eterno sueño y en la gran mentira del engaño, empiezo a despertar y me doy cuenta de que nunca alcanzaré la libertad que siempre he soñado, porque la libertad jamás ha sido un sueño.
Yo no soy libre. Jamás lo seré. No necesito serlo.
Yo ya soy mucho más que libre, soy la Libertad. Siempre lo he sido.
Por eso nadie puede doblegar mi voluntad.
Pueden golpear mi cuerpo, pueden atarlo y encerrarlo. Y sigo siendo la Libertad.
Sólo yo puedo doblegar mi voluntad.
Aunque tenga miles de nombres y miles de rostros, que nadie olvide que me llamo Libertad.
Éste es mi nombre, mi meta, mi destino y mi voluntad.
Estoy por encima de todas las leyes humanas, de todas las creencias e ideologías. Todas ellas nacieron para servirme. Que nadie pretenda convertirme en esclavo de ellas.
Nada ni nadie me va a doblegar.
Ha llegado la hora: abre los ojos y despierta.
¡Mi nombre es Libertad!